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Catedral Ortodoxa Rusa de Santa María Magdalena
An Orthodox icon vanished from Madrid in the eighteen-eighties, sailed to Argentina, and didn't return until twenty-thirteen when this cathedral was built. When Russia's embassy chapel on this very site closed at the end of the nineteenth century, its most precious possession—an icon dedicated to Saint Mary Magdalena—was packed up and shipped with other Russian émigrés heading to Rosario, Argentina. More than a hundred years later, the Orthodox community of Madrid tracked it down in that distant church, brought it home, and placed it right here on the cathedral's right wall, just as these five golden domes were being completed. Step inside and you'll notice something that stops many visitors cold: the icon hangs in Western academic style, painted exactly how Tsar Peter the Great preferred his religious art. The architects—a Russian and a Spaniard working together—filled this neobyzantine interior with intricate murals, lamps shaped like visigothic crowns from ancient Spain, and a carved stone iconostasis that wasn't installed until twenty-fifteen. The journey of an object brought this building to life.
Did You Know?
- :La Catedral Ortodoxa Rusa de Santa María Magdalena en Madrid es la sede de la Diócesis de Madrid y Lisboa, un título que recibió en 2019 tras la creación de la diócesis por el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, convirtiéndose en el centro espiritual más importante para los fieles ortodoxos rusos en la Península Ibérica.
- El templo cuenta con un iconostasis de piedra y madera policromada, pero lo más fascinante es que uno de los iconos principales, dedicado a Santa María Magdalena, fue recuperado tras más de un siglo en Argentina, donde había sido enviado desde la antigua capilla de la embajada rusa en Madrid, y hoy es venerado como un símbolo de la continuidad histórica de la comunidad ortodoxa.
- Durante la construcción, la Gran Duquesa María Vladímirovna Románova, descendiente de la dinastía imperial rusa y residente en Madrid, participó activamente en el proyecto y realizó importantes donaciones, convirtiendo la catedral en un puente entre la historia imperial rusa y la vida cultural contemporánea en España.